domingo, 15 de diciembre de 2019

"Tormenta", de Enrique Santos Discepolo, 
por Francisco Canaro y su Orquesta, 
con la voz de Ernesto Famá. 

Cuando tenía 17 años y estaba en 5° Año, el profesor 
de Literatura Argentina nos trajo unas fotocopias, con letras de tangos. 

Eso fue en 1988, en Buenos Aires, Argentina. Yo aún las conservo. 
La verdad es que pasaron muchas cosas en mi país 
y en el mundo, desde entonces. 
Pero a éste, como a otros tangos, no se le puede cambiar, ni una coma. 



"Tormenta"

 ¡Aullando entre relámpagos, 
perdido en la tormenta
 de mi noche interminable,
 ¡Dios! busco tu nombre... 
No quiero que tu rayo 
me enceguezca entre el horror, 
porque preciso luz para seguir... 
¿Lo que aprendí de tu mano 
no sirve para vivir? 
Yo siento que mi fe se tambalea, 
que la gente mala, vive
 ¡Dios! mejor que yo... 

Si la vida es el infierno 
y el honrao vive entre lágrimas, 
¿cuál es el bien... 
del que lucha en nombre tuyo,
 limpio, puro?... ¿para qué?... 
Si hoy la infamia da el sendero
 y el amor mata en tu nombre,
 ¡Dios!, lo que has besao... 
El seguirte es dar ventaja 
y el amarte sucumbir al mal. 

No quiero abandonarte, yo, 
demuestra una vez sola
 que el traidor no vive impune, 
¡Dios! para besarte... 
Enséñame una flor 
que haya nacido del esfuerzo de seguirte, 
¡Dios! Para no odiar: 
al mundo que me desprecia, 
porque no aprendo a robar... 

Y entonces de rodillas, 
hecho sangre en los guijarros
 moriré con vos, ¡feliz, Señor!

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